
El hada Orti vivía dentro de un tronco hueco en el bosque.
En verano, sus amigos: el gnomo Sabihondo, el hada Campanilla Azul y el señor Haya, dueño de la tienda de dulces, la iban a visitar allí.
Durante el día, los amigos solían sentarse a tomar un té con galletas de miel, y por la tarde contemplaban la puesta de sol.
Pero a finales de verano, el clima era ada vez más frío. El viento hacía volar las hojas y se colaban dentro de la casa de Orti. La lluvia también entraba dentro y mojaba la alfombra y la mesa, y a sus amigos no les gustaba ir de visita porque dentro del tronco hacía muco, mucho frío.
Una mañana Campanilla Azul fue a ver a Orti:
- Buenos días, Orti - dijo Campanilla Azul, pero Orti no respondió. Estaba sentada en su silla con una taza de té y estornudaba ruidosamente.
-¡Orti! ¿Qué te pasa? - le preguntó Campanilla Azul.
- No me encuentro demasiado bien- dijo Orti frotándose la nariz.- Ha llovido toda la noche y hacía viento, y ahora he pescado un horrible resfriado.
- Tendremos que encontrar un nuevo hogar para tí - dijo Campaniña Azul - ¡Vamos!
Así que salieron a buscar un nuevo hogar para Orti. El pueblo estaba lleno de hongos que servían de casas. Algunos eran pequeños y de techo plano, otros eran medianos y de forma redonda y otros eran pequeños y con techo plano. Orti se paró delante de uno pequeño con la parte superior plana.
- Esta no me va bien - dijo Orti - Soy más alta que el techo de esta casa. Entonces fueron a ver un hongo mediano con un techo de forma redonda.
- Éste es mas grande- dijo Campanilla Azul.
- Sí - dijo Orti-, pero tendré que agacharme para entrar.
Así que fueron a ver un gran hongo que tenía en la parte superior lunares de colores.
- Este será suficiente grande-dijo Campanilla Azul.
Orti pasó justo por la puerta, pero cuando intentó ponerse derecha en el interior del hongo...¡Pooon!Se golpeó la cabeza con el techo.
-¡Oh querida!-dijo Campanilla Azul.-.No tenemos hongos más grandes.¿Dónde vivirás? Las dos amigas se fueron tristes y desesperadas a la tienda de dulces del señor Haya. Campanilla Azul le contó al señor Haya que todos los hongos eran demasiado pequeños.
- ¿Habéis mirado el roble que está junto al río? - dijo Haya- Nadie habita allí hace muchos años porque es bastante grande. Orti, Campanilla Azul y Haya salieron corriendo hacia el viejo roble.
El señor Haya abrió la puerta; era bastante más alta que Orti, así no se tuvo que agachar para entrar. El techo era mucho más alto, así no se golpeó la cabeza.
Orti echó un vistazo y sonrió.
-Este será mi nuevo hogar. - dijo.
Sabihondo, Campanilla Azul y el señor Haya ayudaron a Orti a llevar las mesas, sillas, platos...
Cuando todo estuvo bien colocado, Orti y sus amigos, tomaron un delicioso té con limón y galletas de miel.
Y desde entonces Orti vive feliz en el viejo roble. Y allí sigue.
Realizado por: María Montes Suárez
Publicado por: María Montes Suárez
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.