CAPITULO
36
EL DISPARO
36
EL DISPARO
Fray Tatamudo sacó un mechero, dio a la piedra y se encendió a la primera. Era oro
y brillaba como un ascua. Fray Patapalo lo reconoció en seguida y felicitó a su
y brillaba como un ascua. Fray Patapalo lo reconoció en seguida y felicitó a su
compañero por haberle quitado aquel valioso recuerdo al general.
¡Era tan bueno que se lo quité cuando me abrazaba!
Con la tenue luz del mechero encontraron unas antorchas que debían de estar ahí un siglo
¡Era tan bueno que se lo quité cuando me abrazaba!
Con la tenue luz del mechero encontraron unas antorchas que debían de estar ahí un siglo
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.